Si eres networker, probablemente ya sabes lo abrumador que puede ser enfrentar los retos diarios del negocio por cuenta propia. El estrés, la incertidumbre y el pesimismo pueden aparecer en cualquier momento. Pero la buena noticia es que existen herramientas simples y efectivas que puedes aplicar para mantenerte en control y con una mentalidad positiva. Aquí te comparto 11 técnicas prácticas que puedes empezar a usar hoy mismo.
Es fácil caer en el pesimismo cuando las cosas no salen como esperabas. Pero, ¿y si pudieras ver la situación desde un ángulo diferente? El reencuadre cognitivo te permite hacer exactamente eso. En lugar de pensar «esto es un desastre», prueba con «¿qué puedo aprender de esta situación?» o «¿cómo puedo usar esto a mi favor?».
Ejemplo: Si perdiste un socio importante, en lugar de hundirte en la negatividad, podrías decirte: «Esto me da espacio para buscar nuevos socios que realmente valoren mi trabajo».
El estrés puede llevarte a sentirte fuera de control. Una solución rápida y poderosa es la respiración profunda. Respirar profundamente por unos minutos puede calmar tu mente y tu cuerpo.
Ejemplo: Estás a punto de presentar un proyecto importante, y los nervios te invaden. Antes de empezar, siéntate derecho, inhala profundamente por la nariz, cuenta hasta cuatro, y exhala lentamente por la boca. Hazlo unas cuantas veces, y notarás cómo disminuye tu ansiedad.
Cuando una tarea parece demasiado grande, es fácil sentirse paralizado. La solución está en dividirla en partes pequeñas.
Ejemplo: Si estás logrando un nuevo rango y la cantidad de trabajo te abruma, divídelo en tareas más manejables: crea una lista de cosas como «hablar con tus socios», «contactar a tus líderes», y «cerrar negocios con prospectos». Completar estos pasos más pequeños te dará un sentido de logro.
Los pensamientos negativos suelen aparecer en momentos de presión, pero puedes aprender a hablarte de manera más positiva. En lugar de decirte «nunca voy a poder», di «esto es un reto, pero puedo manejarlo».
Ejemplo: Si te descubres pensando «no soy lo suficientemente bueno para cerrar a este prospecto», cambia ese pensamiento por «me he preparado bien, tengo lo que se necesita».
El ejercicio físico no solo beneficia tu cuerpo, también mejora tu estado de ánimo. Cuando te mueves, liberas endorfinas, las hormonas del bienestar.
Ejemplo: Después de un día estresante lleno de reuniones y mensajes, salir a caminar o hacer un poco de yoga puede ayudarte a despejar la mente y reducir el estrés acumulado.
Los emprendedores suelen trabajar sin parar, lo que lleva al agotamiento. Por eso es esencial tener momentos de desconexión.
Ejemplo: Al final del día, dedica una hora a actividades que no estén relacionadas con el trabajo, como leer, ver una serie o meditar. Evita revisar tu correo antes de dormir para que tu mente se desconecte del estrés laboral.
En lugar de tratar de hacer todo en un día, elige tres objetivos importantes. Cumplir con estos te dará una sensación de logro sin sentirte abrumado.
Ejemplo: Si hoy tienes 10 tareas en tu lista, selecciona tres que sean las más cruciales para el avance de tu negocio, como hablar con un prospecto, enviar un producto o hacer seguimiento. Una vez cumplidas, sentirás que tu día fue productivo, aunque no lo hayas hecho todo.
El journaling o escribir un diario te permite descargar tus preocupaciones y reflexionar sobre tus pensamientos.
Ejemplo: Si te sientes abrumado por un proyecto, escribe sobre lo que te preocupa. Tal vez al ponerlo en palabras, descubras que tus miedos no son tan grandes como parecían. También puedes hacer una lista de las cosas por las que estás agradecido, lo que te ayudará a enfocarte en lo positivo.
La visualización es una técnica que te permite imaginar el éxito antes de que ocurra. Esto te ayuda a mantenerte enfocado y motivado.
Ejemplo: Antes de una reunión importante, cierra los ojos y visualiza cómo quieres que se desarrolle la conversación. Imagina los resultados que deseas obtener y los pasos que tomarás para alcanzarlos. Esto fortalecerá tu confianza.
Los emprendedores suelen querer hacerlo todo, pero a veces es necesario delegar o priorizar lo más importante.
Ejemplo: Si tu bandeja de entrada está llena y sientes que no puedes con todo, usa una técnica de priorización como la Matriz de Eisenhower: distingue entre tareas urgentes e importantes, y delega o posterga las que no son esenciales.
Ser emprendedor independiente puede ser solitario, pero no tienes que hacerlo todo solo. Rodearte de personas que te apoyen es fundamental para tu bienestar mental.
Ejemplo: Únete a un grupo de emprendedores en línea, busca un mentor o simplemente habla con amigos que entiendan tu situación. Compartir tus desafíos con personas que te apoyen te ayudará a ver las cosas desde una nueva perspectiva.
Ser emprendedor independiente es un camino lleno de retos, pero con las técnicas adecuadas, puedes mantener el control sobre tu mente y tus emociones. Usa estas estrategias para mantener el estrés y el pesimismo bajo control, y recuerda que cada obstáculo es una oportunidad para crecer.